BODEGA SOMMOS. ARQUITECTURA BIOCLIMATICA.

“Las funciones vienen a enriquecer lo construido y el individuo adquiere nuevas libertades de actuación gracias a un nuevo y cambiante orden”. (Alison Smithson).

Bodega Sommos, una bodega vanguardista en el corazón del Somontano cuya arquitectura es reconocida por la prensa a nivel internacional como “Una de las Maravillas Arquitectónicas del Mundo del Vino”. Sommos es un juego geométrico, unos cubos que se entremezclan dando origen a un prisma. Una apuesta por el conocimiento, por ser mucho más que una bodega en la que se elabora vino. La arquitectura de Sommos destaca por la singularidad de sus formas y por la fuerza de sus materiales de acero y vidrio. Surge armónica y rodeada de viñedos, variando el camino y su contemplación al compás de las estaciones.


La línea futurista y geométrica de la bodega es obra del prestigioso estudio de arquitectos de Jesús Marino Pascual, quien ha sabido expresar mediante formas cúbicas la esencia de un proyecto moderno, que integra tradición y tecnología y que se adapta a un paisaje admirable, repleto de gratas sorpresas.

La construcción, con 23.000 metros cuadrados de instalaciones, tiene 50 metros de altura, 27 de los cuales están soterrados, así la mayor parte del edificio, la zona vinificación y las naves de crianza en barrica y en botella se sitúan bajo tierra, lo que asegura unas condiciones térmicas óptimas. El ahorro de energía que supone la ubicación bajo suelo hace de Sommos un edificio bioclimático que necesita un 70 % menos de recursos energéticos que una bodega en superficie.


La nave de elaboración presenta un diseño único, donde el tratamiento de la vendimia y la elaboración se realizan siempre a favor de la gravedad, es decir a favor del vino, sin castigar en ningún momento a una materia prima excelente con bombeos innecesarios. La bodega consta de 6 niveles.

Dentro de la nave de elaboración conjugamos 5 vinificadores diferentes: depósitos troncocónicos, lagares abiertos de acero inoxidable, depósitos de hormigón, tina de madera y barricas. Herramientas idóneas para que el enólogo pueda obtener la máxima expresión de un vino que, ya por la propia materia prima, alcanza la máxima expresión.

Por su parte, las otras dos naves, una de crianza en barrica, otra de crianza en botella, están en dos niveles para fomentar el orden de movimientos de la bodega, permitiendo albergar con luz natural las instalaciones de la bodega.

Las tres naves quedan unidas por dos pasillos. El más alto permite contemplar toda la bodega desde el exterior de cada una de las naves, y el segundo, favorece el desarrollo de la actividad propia sin interferencias. De esta forma, es posible visitar la bodega, y cada una de las naves, en cualquier momento, sin interferir en el proceso de elaboración del vino.























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