"El amor es la más fuerte de las pasiones, porque ataca al mismo tiempo a la cabeza, al cuerpo y al corazón". (Voltaire).
Vino amargo constituye una emblemática composición musical española, catalogada dentro del género de la copla e interpretada por el reconocido artista Rafael Farina. Esta obra se encuentra específicamente clasificada como un tango-milonga, aunque cabe señalar que no se trata de un tango tradicional de origen argentino. Más bien, la canción se presenta como una copla enriquecida con los ritmos característicos del tango y la milonga, gozando de notable popularidad en el ámbito musical español.
El texto dedicado a "Vino Amargo" en el tango-milonga interpretado por Rafael Farina aborda la temática desde la visión de un hombre que atraviesa un profundo sufrimiento amoroso. Este dolor se ve representado por su consumo de vino amargo, utilizado como metáfora tanto de su desconsuelo como de su aislamiento emocional. En un giro respecto a la copla tradicional que suele centrarse en el dolor femenino, aquí es el hombre quien da voz a su tristeza y soledad mediante este símbolo. El carácter "amargo" del vino actúa como un espejo que refleja con intensidad la melancolía de su estado anímico.
Vino amargo el que bebo
Por culpa de una mujé
Porque dentro de mí llevo
Porque dentro de mí llevo
La amargura de un queré
Quiere reí' la guitarra
Pero a mí, a llanto me suena
Cada nota me desgarra
Cada nota me desgarra
El alma, como una pena
Vino amargo que no da alegría
Aunque me emborrache
No la pue'olvidá
Porque la recuerdo
Dame vino amargo
Que amargue, qu'amargue
Pa quererla má'
Ni con vino, ni guitarra
Yo alegre me he de poné
Aunque yo me meta en farra
Y aunque yo me meta en farra
Entre sueño' la he de ve'
Palabras se lleva el viento
Como la espuma llevaba el río
Pero queda el sentimiento
Pero queda el sentimiento
Cuando mucho se ha querido
Vino amargo que no da alegría
Aunque me emborrache
No la pue'olvidá
Porque la recuerdo
Dame vino amargo
Que amargue, qu'amargue
Pa quererla má'
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