“Un
hombre inteligente a veces se ve obligado a estar borracho para pasar tiempo
con tontos”. (Ernest Hemingway).
El
alcohol es esa sustancia que nos hace embriagarnos, esa sustancia que ha estado
en la vida del hombre desde tiempos remotos. Podemos afirmar que nos hace
balbucear, nos hace ser más impetuosos y nos aturde. No obstante, esta
sustancia líquida a lo largo de la historia ha sido también un elemento de
sociabilización significativo. Vamos a desentrañar
la función que tenía el alcohol en la Prehistoria y, más concretamente, en la
cultura de vasos campaniformes.
Primeramente,
hay que tener en cuenta que cuando hablamos de la Prehistoria nos faltan muchos
datos para situarnos en un contexto preciso, puesto que lo único que tenemos
son los descubrimientos arqueológicos hallados. Además, estos hallazgos, en su
mayoría, se encuentran en las tumbas y enterramientos.
La
cultura de vasos campaniformes se establece a partir del 2700 a. C. y tendrá durará
hasta el 2000 a. C., aunque habrá testimonios hasta el 1700 a. C. Se
desarrollará en el Cacolítico Final, en prácticamente todo el continente
europeo. Este periodo prehistórico tiene esta denominación debido a que es
cuando comienza a desarrollarse la metalurgia del cobre. El nombre de la
cultura proviene de los característicos vasos utilizados con forma de campana.
A parte de estos vasos, otros elementos notables de la cultura son brazaletes
de arqueros, botones con forma de V o peines. Asimismo, serán los enterramientos
de guerreros los que más destaquen, revelando que la guerra se desarrolla en
este periodo y que la jerarquización social comienza a estar vigente.
¿Dónde
introducimos al alcohol en esta cultura prehistórica? Para el célebre
historiador Gordon Childe (1947) los grupos campaniformes empleaban el alcohol
con el fin de reducir y controlar a otras poblaciones indígenas. Más tarde
Andrew Sherratt (1987) afirmará que realmente utilizaban el alcohol para atraer
a partidarios a los poblados. Con esta interpretación el alcohol pasa a ser un
elemento esencial de la cultura campaniforme.
Esta
última hipótesis sobre el empleo del alcohol es la que más se esgrime para la
interpretación de la cultura. Su ratificación se debe gracias a los estudios
científicos realizados con los residuos del interior de los vasos
campaniformes, donde se han hallado bebidas alcohólicas como cerveza de trigo u
otras elaboradas con la fermentación de la pera.
Podemos
mantener por lo tanto que durante la cultura campaniforme se realizan
diferentes ceremonias utilizando el alcohol. En este caso se pueden incluir
desde ritos funerarios hasta ritos para centralizar el poder. Esto revela, por
tanto, que la sociedad prehistórica de este periodo tiene ya cierta
jerarquización y, por lo tanto, el alcohol es contemplado como un elemento de
prestigio. Por otro lado, el florecimiento de esta cultura por gran parte del
continente europeo muestra que gracias a ella se expandió también el consumo
del alcohol.
Esta
última teoría sobre el uso del alcohol es la que más se utiliza para la
interpretación de la cultura. Su ratificación se debe gracias a los estudios
científicos realizados con los restos del interior de los vasos campaniformes,
donde se han encontrado bebidas alcohólicas como cerveza de trigo u otras
hechas con la fermentación de la pera.
Bien,
podemos afirmar entonces que durante la cultura campaniforme se realizan
diferentes ritos utilizando el alcohol. En este caso se pueden incluir desde
ritos funerarios (de ahí que en el conjunto de elementos funerarios se
encuentren los vasos campaniformes) hasta ritos para centralizar el poder. Esto
indica, por tanto, que la sociedad prehistórica de este momento posee ya cierta
jerarquización y, por lo tanto, el alcohol es considerado como un elemento de
prestigio. Por otro lado, la expansión de esta cultura por gran parte de Europa
indica que gracias a ella se expandió también el consumo del alcohol.
La
propagación de la ingesta de cerveza la adaptarían los pueblos nativos a sus prácticas,
de ahí que en muchos restos analizados de los vasos se han encontrado también
plantas alucinógenas en la mezcla con la cerveza. Esto se debe a que ya durante
el Neolítico había tribus que utilizaban este tipo de hierbas. Así que estos pueblos
prehistóricos no solamente empleaban alcohol para embriagarse, también combinaban
el líquido con plantas alucinógenas proporcionándole una capacidad de embriagar
mucho mayor. Se puede vincular acertadamente con la utilidad de las bebidas
como elemento principal para los rituales.
Si un miembro de la tribu moría, lo mejor era acercarse a ese mundo
donde el raciocinio se disipa para estar más cerca de él en su tránsito a la
otra vida. Esta misma estructura de pensamiento se puede ofrecer también para
entender por qué se utilizaba el alcohol en rituales para fortalecer redes
clientelares.
Como
ya hemos mencionado antes, el alcohol era un elemento de prestigio importante.
Destinar cierta parte de la producción agraria a la producción de este líquido
en vez de utilizarlo para cubrir necesidades alimenticias representa claramente
que solo lo podían consumir aquellos que ostentaban el poder.
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